PRESENTACIÓN



Este espacio, nace con la idea de ser simplemente un álbum de mis fotos, sin más pretensiones, de compartir y mostrar los resultados de una afición que me ha proporcionado momentos de auténtica satisfacción. Siempre he sido aficionado a la fotografía, y a lo largo de los muchos años que llevo practicándola la que más alegrías me ha reportado , en todos los aspectos , y algún que otro premio, es la fotografía de la naturaleza. La fotografía de las animales y en especial las aves en su entorno natural es todo un reto por su dificultad, reto que intentas superar siempre, buscando el más difícil todavía y buscando " la foto "; esa que sale una vez cada mil disparos. Intentaré explicar de forma sencilla la forma en que se han tomado, la técnica y el lugar donde se han hecho las fotografías, y si es posible la localización aproximada con la idea de ayudar a quien empiece en este mundillo de la fotografía. En el caso de las aves , pondré una breve descripción y los lugares donde pueden ser vistos, especialmente en Galicia.

Gracias a la fotografía he viajado, conocido y compartido muy buenos momentos con mucha gente, gente maravillosa que siempre te aporta algo, tanto en la afición que nos une como en lo personal y que de otra forma nunca hubiese conocido.

Este espacio no pretende ser un tratado de fotografía ni de ornitología, sino un lugar donde mostrar mis fotos y si es posible enseñar de forma sencilla como hacerlas a la vez que mostrar la Naturaleza que nos rodea. Espero que disfrutéis viendo las fotos lo mismo que yo haciéndolas.


La fotografía de la naturaleza, paisajes y de mis viajes, mi otra pasión, serán los protagonistas esenciales de esta página.



Todas mis fotografías están realizadas respetando el código ético del fotógrafo de la Naturaleza. Todas mis fotografías tienen © y están protegidas por derechos de autor. Todos los derechos reservados. Ninguna de estas fotos puede ser reproducida y/o utilizada en cualquier tipo de publicación impresa o internet sin mi permiso por escrito.


All my photographs are respecting the ethical code of Nature Photographer. My photographs are © and are protected by copyright. All rights reserved. None of these photos may be reproduced and / or used in any print publication or internet without my written permission.

sábado, 31 de marzo de 2012

La Garza Real. Ardea cinerea

La Garza Real. 
Ardea cinerea

La curiosidad que despierta esta preciosa ave por su belleza y lento vuelo que suele verse posada en los fangales y limos de las rías o en los campos húmedos, no es comparable a la de ninguna otra ave

Fotos del 01 de abril de 2012

Una Garza Real intentando comerse unos pollitos de pato. El pato se lanza contra la Garza provocando su huida y salva a sus patitos.

Toda la secuencia en fotos

El Pato se hecha al agua seguida por toda su prole de patitos
La Garza se percata y va a por ellos
Después de seguirlos intenta acorralarlos en una zona pantanosa donde hay poca agua y donde los patitos lo tienen muy difícil para escapar
El Pato ( hembra) se encara a la Garza

...intenta sacar a los polluelos de la zona y lo consigue

...la Garza no desiste y los vuelve a perseguir 

...los sigue hasta otra zona

...se acerca sigilosamente a la espera  de un descuido, o que uno de los patitos se aleje del grupo

...la Pata , cuando ve que la Garza se acerca demasiado y cuando ya esta a punto de alcanzarlos

...se abalanza sobre ella haciendo que desista de su intento

...la Pata  sigue peleando para que se vaya

La Garza huye

...y vuela hacia otro lado de la Ría de O Burgo

Con los patitos a salvo, la Pata vuelve a su lugar de descanso protegiéndolos

La garza huye

...hasta el próximo intento !!

La Garza Real



Realmente es un pájaro extraordinario, inconfundible aun para las personas no dedicadas especialmente a la observación de las aves. La cabeza y la cara son blancas y sobre ellas destaca mucho un grácil penacho de color azul oscuro, casi negruzco, que parte de los ojos y se prolonga por detrás de la nuca en una a modo de cresta caída, formada por dos plumas muy largas que suelen medir 80-210 mm. cuando están totalmente crecidas, siendo como norma más cortas en las hembras que en los machos, detalle que sólo puede ser apreciado cuando se contempla la pareja en el nido o sus proximidades y a corta distancia


Las plumas blancas alargadas que le nacen en la frente y se extienden sobre la parte superior de la cabeza, hacen que, con frecuencia, el tamaño de la mancha negra de detrás de los ojos varíe apreciablemente. El largo cuello es gris parduzco con matices diferentes, sobre todo durante la reproducción. Por delante tiene rayas cortas, negras, que forman, cuando se la ve de lejos, una línea continua negra y en la parte inferior del cuello el plumaje se abre en un mechón de largas plumas blancas.


Los lados del pecho y el vientre son grises y el centro blanco, poseyendo plumas que tienen un lado blanco y el otro negro. El resto de las partes superiores y la cola son grises. En el dorso nacen, en plumaje primaveral, unas largas plumas que caen a modo de capa y que destacan mucho porque algunas son blancas. Las alas son gris pálido, blancas en los codos y las primarias de color pizarroso. El pico es marrón amarillento en la mandíbula superior, a veces completamente amarillo oscuro y siempre más claro en la mandíbula inferior. Los ojos son amarillos y la piel alrededor de ellos es verdosa. Las patas y los pies son marrón o pardo verdoso brillante en época de cría.


Los jóvenes del año tienen el plumaje marrón, aunque este tono está teñido de gris. Su cabeza no posee el grácil moño de los adultos o por lo menos no está tan desarrollado y apenas rebasa el perfil de la cabeza. Además, ésta, en su parte superior, es muy oscura, gris azulada que desde lejos parece negra. Los inmaduros, que poseen un plumaje que podemos considerar de transición, llegan a ser como los adultos al cumplir los dos años.



Cuando las garzas vuelan, destacan en ellas varias características que, aparte su gran tamaño, las hacen inconfundibles. Las alas son anchas y redondeadas y en ellas son notorias las primarias negras y las secundarias gris oscuro, pero el conjunto visto de lejos parece totalmente negro. Llevan el cuello recogido formando una graciosa curva, a veces con la cabeza entre los hombros y las largas patas sobresaliendo desproporcionadamente por detrás de la cola. El vuelo es lento, con profundos batidos de alas y dando la sensación de potencia. Se levantan del suelo de forma majestuosa. Si no se les permite posarse nuevamente suelen remontarse a gran altura, formando un compacto grupo todo el bando. Planean a veces, sobre todo antes de aterrizar. En el norte de Iberia su llegada coincide con los primeros días del otoño, aunque no es rara la presencia estival de inmaduros y en zonas apropiadas de praderas húmedas, marismas y aguazales, las concentraciones son grandes y sus vuelos verdaderamente espectaculares.


Cuando está posada en el suelo puede hacerlo en aguas someras, en terreno abierto, tierras de cultivo, lejos de árboles y en arena fangosa. Entonces sus actitudes son curiosas. Normalmente permanece sobre una sola pata por horas y su actividad es nula gran parte del día si no es molestada. Encoge el largo cuello y su cabeza parece salir de entre los hombros, pero permaneciendo erguido el cuerpo y el pico largo apuntado horizontalmente. Si se la molesta o descubre a un intruso, aun a larga distancia, estira el cuello y permanece inmóvil y vigilante, levantando el vuelo en seguida. Cada bando parece poseer un determinado individuo que vigila o está más alerta que los demás. Por lo menos eso es lo que parece cuando se intenta aproximarse para fotografiar el grupo posado en el fango. Algunas veces se encuentran garzas notoriamente mansas que permiten un acercamiento a corta distancia si no se realizan movimientos bruscos.


También se posa en árboles y allí mantienen similares actitudes a las de cuando está en el suelo. Prefiere, sin embargo, los que están situados al borde de marismas y cursos de agua y sobre todo es notoria su presencia en el invierno, cuando las ramas están desprovistas de hojas.


La voz de las garzas reales es realmente áspera y desagradable, pues en general consiste en un graznido emitido en tono alto y duro, un «¡¡fraark!!» lanza cuando vuela. Este mismo grito puede escucharse en el nido lo mismo de día que de noche, pero con adiciones de otros sonidos guturales. Walpole-Bond (1938) los expresa así: ¡¡fránk-jauk-jauk-ak-ak!! También como un graznido: ¡¡kraoj!! que se escucha a bastante distancia. Naturalmente, la subjetividad en la interpretación en sílabas de estos gritos es muy grande y no puede responder a ningún patrón.



La Garza Real vive en terrenos húmedos, praderas, aguazales, campos con abundantes junqueras y carrizos, riberas de ríos, lagos y lagunas de agua dulce, colas de embalses, charcas, orillas del mar y lagunas salobres, incluso en terrenos secos como dunas y lugares fangosos que quedan al descubierto al bajar la marea, etc.



Su forma de cazar las presas es peculiar. Camina lentamente y como agachada por aguas someras que le cubren con frecuencia los tarsos, no produciendo ningún ruido y apuntando hacia abajo su fuerte y puntiagudo pico, presta a asestar un golpe mortal a cualquier pez o anguila que tropiece en su camino. Pero también, y muy a menudo, permanece inmóvil dentro del agua, observando el fondo delante y a los lados. Cualquier pez que pase a su alcance es hábilmente capturado. Las anguilas grandes y los peces gruesos los golpea con fuerza con el pico o los agita de un lado a otro dándoles contra el suelo antes de tragarlos enteros, procurando siempre hacerlo de forma que penetre en la garganta primero la cabeza de su presa. A propósito de la habilidad para la captura de peces, Maxwell (1921) describe una creencia curiosa muy arraigada en Inglaterra entre los pescadores y labradores y que incluso fue aceptada como cierta por determinados naturalistas. Se decía que las garzas exudaban por las patas una especie de aceite oloroso que al impregnar el agua atraía a los peces dentro del radio de acción del poderoso pico de aquéllas. De este modo algunos pescadores untaban su cebo con grasa de Garza Real con la esperanza de lograr buenas capturas.


Cuando las garzas se concentran en grupos en praderas es frecuente que al atardecer caminen en línea formando un frente y picoteando aquí y allí. Se ha observado a menudo esta conducta en el otoño y no sólo los insectos son su objetivo, sino numerosos ratones de campo, musarañas y ranas.


La dieta alimenticia es extraordinariamente variada e incluye, como ya se indicó, principalmente peces, ratas de agua, ranas, insectos, etc. Jourdain (1940) cita un dato interesante: el 61% del contenido de cinco estómagos examinados era pescado. También los micromamíferos alcanzaban una regular proporción (9,5). Es curioso, sin embargo, que tantos pequeños y medianos pájaros sean atacados con éxito por las garzas. Mirlos, limícolos y pollos de fochas y gallinas de agua que descuidadamente se acercan al alcance del picotazo de la Garza Real, son atacados y hábilmente engullidos en un instante



Las anguilas parecen ser presas favoritas de las garzas reales. Antes de ser tragadas, en opinión de Bannerman, las sacuden y golpean de tal manera que prácticamente quedan convertidas en una verdadera pulpa. Debido a esta operación las plumas de la cabeza quedan impregnadas por la baba y el limo. Entonces es cuando entran en juego las placas de polvo o polveras que las garzas poseen. Ocultan su cabeza bajo las plumas y frotan con insistencia durante varios minutos, de modo que cuando descubren nuevamente aquélla, está cubierta con un polvo de tono azulado. Esta operación es la primera parte para efectuar una completa limpieza y peinado del plumaje, tarea en la que la Garza Real pasa gran parte del día.


En la Península Ibérica la Garza Real anida fundamentalmente en árboles y con frecuencia a gran altura. AlcornoquesQuercus suber y encinas Quercus ilex son sus posaderos favoritos, pero también se ha descubierto alguna colonia en eucaliptos Eucalyptus spp, en Extremadura (Silva y Garay 1968). Igualmente son lugares de nidificación los carrizales, junqueras y acantilados marinos.


La Garza Real construye un nido muy grande. En realidad es una grande y voluminosa estructura de palos secos, ramas y carrizos. Naturalmente, el material es variable con el biotopo. Pero siempre en el interior de esa gran estructura los pájaros forran el cuenco con pequeñas ramitas y con frecuencia con juncos e incluso hierba. Como el nido puede ser ocupado por varios años sucesivamente, es corriente que alcance un volumen considerable. En marismas y aguazales, los carrizos secos forman la mayor parte del material del nido que está elevado sobre el nivel de las aguas por lo menos 1 metro


La Garza Real anida en colonias extensas, agrupándose muchos nidos en un solo árbol. También se asocia con otras garzas para criar y no es raro encontrar nidos de Cigüeña Blanca Ciconia ciconia situados en el mismo árbol de las garzas. La Garza que construye un nido nuevo se contenta con una ligera estructura que parece desproporcionadamente pequeña para tan grandes pájaros. El macho aporta el material, y la hembra, que permanece posada sobre el nido todo el día, salvo esporádicas salidas, construye aquél entrelazando las ramas o los carrizos secos. Cada vez que el macho llega al nido se repiten las ceremonias del cortejo nupcial que no parecen cesar ni siquiera durante la incubación.


Las primeras puestas de huevos pueden ser realizadas en la primera quincena de febrero en zonas favorables del Sur de Iberia. Más a menudo en los últimos días de ese mes y corrientemente en marzo. Hallazgos de puestas en enero no son desconocidos, pero sí ocasionales. En el caso de depredación las garzas pueden efectuar una puesta de reemplazo incluso en mayo. Dos puestas normales en un año para una sola pareja son muy raras, pero existen citas bien comprobadas.


Cada puesta oscila de 3 a 5 huevos corrientemente; seis son raros y mayor número podría corresponder a dos hembras, aunque no existen muchos casos para poder fundamentar esta suposición.La incubación es realizada alternándose ambos adultos y, según Lowe, el período exacto serían 26 días, pero otros ornitólogos dan como duración mínima 25 días y máxima 28. La Garza Real es ciertamente un poco anárquica en el comienzo de la incubación, pues si bien algunas parejas empiezan con la puesta del primer huevo, otras no lo hacen hasta la del tercero. En zonas calurosas del sudoeste peninsular y en situaciones determinadas de nidos muy al descubierto, el fuerte sol pudiera falsear la duración de los períodos.


Las pequeñas garzas al nacer tienen una apariencia grotesca con el plumón de la cabeza abultado de color marrón grisáceo oscuro que se prolonga en unas a modo de finísimas cerdas o plumas sin raquis de color blanco, dándoles una apariencia como de gran cresta. El resto de las partes superiores son marrón grisáceo, más grises en los lados y con el pecho y vientre blancos. Los adultos alimentan a los pollos y los cuidan con extremada solicitud. Ambos son realmente un modelo de cooperación familiar. Durante los primeros veinte días que siguen al nacimiento siempre está uno de los adultos presente en el nido vigilando. 


El relevo se efectúa con regularidad cuatro veces al día y está precedido de un gran ceremonial. Los pájaros pasan el día protegiendo a sus hijos del sol o de la lluvia y capturando tantas moscas como acuden a la suciedad, atraídas por el desagradable olor que despiden los nidos. Cuando el adulto ceba, lo hace casi siempre incitado por los picotazos de los pollos, regurgitando y recogiéndolo éstos del mismo pico de sus padres. Si ya empezaron a emplumar recogen el alimento del nido mismo donde las garzas adultas lo dejaron. Los jóvenes vuelan no muy bien aún a los 55 días de vida. Son muy voraces y con frecuencia calculan mal sus posibilidades a la hora de engullir presas. Se han comprobado casos de garzas tragando anguilas de medio kilogramo de peso, pero en la mayoría de ellos la digestión se presenta imposible y estas presas son regurgitadas.


Téngase en cuenta que el peso medio de una Garza Real oscila entre 1500 y 2000 gramos. Jourdain cita como un caso verdaderamente excepcional la deglución de una Culebra de Collar Natrix natrix de 60 cm. delongitud.


En Iberia, la Garza Real se destribuye en varias colonias por Extremadura, Salamanca, Valladolid y en las Marismas del Guadalquivir, donde antes estaban establecidas las mayores colonias, pero que, probablemente ahora, su número ha sido superado por otras situadas más al norte en las provincias extremeñas. La colonia observada por Bernis y Valverde en Doñana en 1961 tenía más de 200 nidos ocupados. La protección dispensada allí ha contribuido sin duda a la extraordinaria expansión de garzas hacia otras zonas más septentrionales, colonizando ahora colas e isletas de embalses y siendo cada año más numerosa en el invierno.


Las garzas francesas son las que dan un mayor contingente de recuperaciones en Iberia. Prácticamente bandos enteros de garzas nacidas en el departamento francés de Loire-Atlantique llegan en septiembre a las rías cantábricas y gallegas. Lo mismo sucede en las marismas de Santoña, donde la protección ahora establecida puede incrementar la presencia de invernantes que antes eran diezmados por los cazadores.


Para Bernis (1966) las garzas europeas llegan a Iberia por los extremos de los Pirineos. En el País Vasco la llegada de garzas reales es normal en septiembre y con frecuencia en el mes de agosto, tiene a veces carácter bien espectacular.


La Garza Real  pescando


Garza Real



jueves, 22 de marzo de 2012

El Jilguero... sus nidos son una obra maestra !

Jilguero.  Carduelis carduelis



El Jilguero, Carduelis carduelis. Es una  especie es sobradamente conocida por todos, ornitólogos y aficionados a la Naturaleza. Si algún pájaro es apreciado, éste ocupará los primeros lugares por su belleza y su sonóro canto


 La espalda y los flancos son castaños, color que en tonos variables y más próximos al beige se extienden al pecho.



 La máscara roja que ocupa toda la cara desde la frente hasta la parte superior de la garganta es un rasgo inconfundible 



. Alrededor del pico hay una línea negra y el mismo color tienen la cabeza y nuca. El centro del pecho y el vientre son blancos. 




Las alas negras tienen una buena proporción de amarillo, excepto la segunda primaria, que carece de él, y hay en las puntas de las primarias y secundarias unas pequeñas manchas blancas muy visibles. 









La cola está ligeramente ahorquillada o escotada, es de color negro y las rectrices tienen las puntas blanquecinas. En la pareja exterior de cada lado hay una mancha blanca ovalada grande, que puede tener el mismo tamaño en la tercera rectriz, contando de fuera a dentro. Normalmente ésta tiene sólo una pequeña mancha que aveces es imperceptible. Este plumaje es adquirido por muda completa en agosto-septiembre. La distinción entre machos y hembras no es difícil cuando tienen el plumaje completo. 


Vuela con rapidez y potencia.




 En vuelos cortos recuerda una mariposa y más bien revolotea. Pero en distancias grandes lo hace de forma tan ondulada que se ha dado en llamar «vuelo danzante». En él los jilgueros no son silenciosos, y su voz musical los identifica en seguida, aunque no seamos capaces de distinguir el color del plumaje. 
El color rojo de la cara en los machos pasa casi siempre por detrás de los ojos, pero no en las hembras, en las que queda al mismo nivel del borde posterior y más a menudo no llega a él. 



El Jilguero es durante gran parte del año una especie gregaria, y los bandos pueden estar formados por centenares de individuos. 





Habitualmente come en el suelo y sobre las plantas parásitas o los arbustos. En estos últimos adopta posturas acrobáticas, y se vale de su afilado pico para extraer las semillas, sobre todo de los cardos y otras plantas compuestas.



 En el suelo camina a saltos 



y se desenvuelve bien, manteniéndose en postura bastante erguida y llevando la cola bien pegada al suelo. 
También puede ser distintivo, más difícilmente apreciable, el color negro en los machos adultos de las cerdas que nacen sobre la base de la mandíbula superior o «bigotes», como los denominan los pajareros y que en las hembras son grises. Sin embargo, éste no es muy buen distintivo, puesto que algunos machos, no pocos, en su primer año de vida pueden tener cerdas de color gris o negro poco intenso, lo que origina confusión. Además, sucede que algunas hembras también las tienen gris negruzcas. 


Las hembras en su primer año de vida tienen «bigotes» siempre gris claro, nunca negruzcos. También otra distinción todavía más insegura puede ser el color de los hombros. Los machos adultos tienen el vértice flexor negro o negruzco y las hembras generalmente pardo, moteado en las jóvenes y también en algunos machos. Igualmente en machos adultos el color negro de la cabeza es más extenso y oscuro, sin el punteado pardo grisáceo que a menudo se observa en muchas hembras adultas. 
El pico de los jilgueros adultos es cónico, pero largo y puntiagudo, y tiene color blanco rosado con punta oscura; los tarsos y los pies son de color carne y el iris de los ojos, pardo oscuro.


La nidificación puede empezar en abril y ocasionalmente en marzo. En la última semana de abril se han visto muchas veces ya pollos volanderos.




 Sin embargo, como norma general, la mayoría de las parejas comienzan a construir en Iberia el nido entre el, 10 y el 30 de abril. En zonas especialmente abrigadas del Norte y del Sur, hay muchas puestas completas, y las hembras incubando en abril. 




Cada nido es una obra de arte que la hembra se esmera en hacer de forma impecable, y que abandona si nota que ha sido manipulado, aunque sea sólo ligeramente. El que yo he yo localizado, esta perfectamente camuflado, aun sabiendo donde esta es difícil de ver, y ya habían empezado su construcción hacia tiempo, antes de que floreciese el arbol...




Pero cuando el nido empezó a quedar tapado con las hojas , aceleraron su construcción. Estas fotos me han  costado muchas horas de espera para poder captar a la hembra trabajando minuciosamente en el nido


 Está formado normalmente por una compacta masa de musgo, raicillas, hierba seca, líquenes, lana y plumón vegetal, forrado en su interior con más lana y algunos pelos y plumas. 

Colocado en la rama lateral de un árbol o un arbusto, las alturas del suelo varian entre 1,8 y 10 metros. Ocasionalmente, más bajos, y también a mayor altura. Pero casi siempre entre dos y tres metros. El nido es tan pequeño que, con frecuencia, es difícil de encontrar, a no ser por la alarma de los pájaros cuando nos acercamos. En la fotos de abajo se puede ver como, literalmente, cose las ramas del nido




El retraso en su construcción es debido muchas veces a que los jilgueros buscan poder ocultarlo bien entre las hojas y, en realidad, que casi siempre lo consiguen. 




Los árboles frutales, perales sobre todo, y los emparrados, son preferidos. También las coníferas, y en jardines donde hay alguno de estos árboles, sobre todo Cupressus, no falta un nido o dos en ellos. 




En pueblos y ciudades son habituales en jardines, anidando en plantas exóticas. Incluso en algunos pueblos del Norte se ven criar todos los años en matas de geranios en balcones que caen sobre calles de intenso tráfico. También en plantas trepadoras olorosas, árboles de adorno, etc. 



La alimentación es fundamentalmente vegetal, pero también incluye una pequeña parte de insectos. De todas las plantas, los cardos son los favoritos y los campos donde crecen pueden concentrar centenares de pájaros.



 Pero también comen otras muchas semillas y brotes de plantas y árboles. Están especializados por la estructura de su pico en comer las de plantas de la familia Compositae, especialmente los cardos, como ya se ha dicho (Carduus y Cirsium), pero también el Diente de León,Taraxacum officinale, el Cardillo, Senecio vulgaris, y otras plantas (Centauria, Dipsacus, Filipendula ulmaria, Stellaria, etc.). Los brotes y yemas de los árboles que picotea y come más son los del Olmo, Ulmus, Abedul, Betula, Aliso, Alnus, etc. Estos, al final del invierno, y las plantas y semillas en todas las épocas. Entre los insectos dominan sobre todo larvas de Lepidóptera, Diptera, Hymenóptera y pequeños Coleóptera. 







La búsqueda de alimento obliga a los jilgueros a viajar distancias considerables en un solo día. Otras veces un campo de rastrojo los entretiene allí durante muchas horas.


 La necesidad de beber


 y bañarse es perentoria en ellos, y a no ser en épocas de excesivo calor, normalmente lo hacen por la mañana y al atardecer.


Los jilgueros comienzan a cantar, si el tiempo es soleado, en el mes de febrero. A menudo, a primeros de mes, pero más corrientemente desde el 15 en adelante. Canto en enero es ocasional. Con mayor fuerza lo hacen durante toda la primavera, y solamente quedan silenciosos en agosto y septiembre. Octubre contempla una reactivación en el canto, que cesa en noviembre y diciembre. Aun así, con tiempo excepcionalmente cálido, lo hacen a menudo.

Vídeo de Jilgueros